Con ocasión de las celebraciones navideñas, inspirándose en San Francisco de Asís, Don Orione organizo espectaculares pesebres vivientes en los años treinta, sagradas representaciones del misterio de la Navidad, manifestaciones de fe y arte que atrajeron decenas de miles de personas.
Don Orione comentaba a sus seminaristas: “Hemos sido los primeros en suscitarlo: al principio parecía una cosa para reír, ¡pero se hizo el bien!”. Ellos son “una manifestación de fe y de arte verdaderamente grandiosa, única en Italia”.
Don Orione organizo decenas de representaciones del Pesebre Viviente en Tortona, Vohera y Novi Ligure.
Una foto, hallada en nuestro Archivo general, muestra un hecho particular de aquellas representaciones sacras: “Con las donaciones recibidas para el Pesebre viviente se dará un almuerzo para 200 pobres”, informaba Don Orione. “El almuerzo, en el Colegio Dante, será servido por los ángeles y los pastores del pesebre viviente”.
La foto muestra el almuerzo del cual hablaba Don Orione en el salón del Colegio Dante. Los que están de pie, con una sabana plegada en la espalda, son los seminaristas-pastores que hacían de mozos. Los pobres fueron 280. “Reinó la disciplina y un orden perfecto”, escribió Don Orione. “Incluso entre la cordialidad y la alegría más sereno, no se rompió ni un vaso. Todos quedaron muy contentos, y salieron del Colegio Dante dando vivamente las gracias y vivas a los benefactores, y bendiciendo la Divina Providencia”.
Éste es el genio de Don Orione: “unir siempre a la obra de culto una obra de caridad”.
¡Feliz Navidad!
P. Flavio Peloso
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