Don Orione era un padre que amaba a sus hijos, pero también les exigía
que fueran buenos cristianos y religiosos. En este escrito, haciendo uso de una
frase de Don Bosco “Sé fuerte y no
hojarasca” (Esto vir et non frasca);
Don Orione explica cual debe ser el espíritu de la congregación.
Don Bosco tenía frecuentemente en los
labios esta expresión: Esto vir et non
frasca; mitad latín y mitad italiano:
Sé fuerte y no hojarasca.
En nuestro dialecto, ser hojarasca quiere
decir ser hombres que se mueven según el viento... Las hojas se agitan una vez
en una dirección y otra vez en otra. Don
Bosco era ante todo un cristiano ardiente y un sacerdote fuerte, era un
piamontés, y de aquellos piamonteses robustos, fuertes: tenía un carácter
fuerte.
Esto
vir et non frasca, que quería decir: es un hombre de carácter y no de una
banderola.
También yo, educado por divina gracia en
la escuela de este santo, más de una vez me he hecho a mí mismo esta
exhortación; y esta tarde, sin ofenderles, les lo digo también a ustedes: Esto vir et non frasca. Debemos ser gente de carácter, no debemos ser
“veletas”. Hubo un poeta, de muy poca
cultura, aunque tuviese fama de poeta, que escribió una poesía titulada: “El
brindis de la Veleta”. Recuerdo haber
leído que él no quería ser una banderola; y dejó para sí, este epígrafe que
cito de memoria: “Sería bueno para mí, que a mi muerte, pudieran poner sobre mi
tumba: No cambió de opinión”. ¡Carácter, carácter!
Antes que él, un poeta inmensamente más grande
escribió: “Sean hombres y no cabras locas...” (Dante). Sean hombres, sean hombres y no hojarasca. No sean hojarasca que se mueve a cada golpe
de aire.
Por tanto, yo quisiera que nuestra pequeña
Congregación que está formándose, fuese lugar de encuentro de hombres de
carácter, de religiosos de carácter.
Mejor un día, incluso una hora de león, que un año de oveja(...)
Esto vir et non frasca. Sed hombres: es decir estén firmes, fuertes “como torre que no se
derrumba jamás en su cima aunque soplen los vientos”.¡Carácter!
Todos los santos y todos los hombres
grandes, incluso independientemente de la luz de la fe, fueron hombres de
carácter. Nuestro Dante, Galileo
Galilei, Alejandro Volta, Manzoni, Pellico, fueron grandes hombres, porque eran
grandes caracteres. Cuando uno es hombre
de carácter, es estimado incluso por sus adversarios. ¡Carácter! Nosotros estamos entregados a
Dios, a la Iglesia, a la Congregación.
Esto vir et non frasca. Esto vir en el amar a Dios seriamente, no a regañadientes, con
charlatanería, con palabras; sino con hechos.
Con una vida digna, cultivando la virtud, adecuando nuestra vida a la
vida de Jesucristo, como hemos meditado esta mañana.
Hoy es fiesta de la Mater Dei, la Madre de
Dios y nuestra Madre. Busquemos amarla
como hijos, dignos hijos, busquemos entregarnos a servirla, no como un barniz y
con palabras, ser hijos dignos, militantes dignos, apóstoles dignos.
Esto vir et non frasca. Sean fuertes en la profesión y práctica de la virtud, de la vida
religiosa. No se dejen dar vueltas; no
ser “veletas”, ni desertores. Esto vir et non frasca en la fe; una fe
fuerte en nosotros para trasmitirla y acrecentarla en los demás. No ser como una señorita, como algo efímero,
cansado, débil... Esto vir!
Ser fuertes y constantes en el bien, y
vencer, con la bondad y con el bien al mal.
Esto vir, en la constancia, en
la batalla contra las pasiones, en la fortaleza para mantenerse fieles a
cualquier género de obligaciones y bajo cualquier aspecto: deberes religiosos,
deberes en lo que se refiere a la piedad, al estudio, a la disciplina, a la
observancia de las reglas.
Esto
vir! Manténganse fieles, de carácter fuerte,
constante... Esto vir... Permanezcan tranquilos
en las pruebas. La vida es una milicia,
la vida es pugna (lucha) cuya corona
es el cielo.
Esto
vir! Sé hombre.
Esto bonus miles Christi!. Sé un buen soldado de Cristo si quieres
merecer un día la corona que se dará a aquellos que no se han doblegado, y no a
quien ha sido un débil, un flojo, por no decir un desertor y un apóstata.
Esto
vir! Sean hombres fuertes que merezcan la pena,
capaces de vencer el respeto humano al hacer el bien.
Esto
vir! Sé, verdaderamente un clérigo pío, formal,
recogido, modesto. Edifica a tus
hermanos y a cuantos te vean con tu firmeza, con tu carácter, edifica con tus
virtudes, con la compostura, la dignidad de tu comportamiento a cuantos te
observen.
Esto
vir! No seas de aquellos que se tambalean y
vacilan, y nada valen ni para sí, ni para la Iglesia, ni para la sociedad.
Esto
vir! No tengas vergüenza de saludar a tu hermano
con el saludo cristiano: Sea alabado Jesucristo. (…)
No te avergüences de mostrar tu carácter
de clérigo, de sacerdote, de cristiano, de italiano.
Mis queridos clérigos, si nuestra
Congregación estuviese formada por la mitad de la mitad de la mitad, pero los
que quedasen fuesen piadosos, fuesen dignos, fuesen como deben ser los
religiosos, bastaría...
Cuenta y tiene importancia el número, pero
vale más la virtud; cuenta bastante más el valor.
Todos deben interiorizar, asumir y formarse
en el espíritu de la Congregación, que es espíritu de voluntad, de fortaleza,
de coraje, de sacrificio, de magnanimidad, de verdadera virilidad, bajo todos
los aspectos. Y quien no sienta ser así,
no debe permanecer con nosotros, o bien debe aceptar configurarse y formarse
así.
Esto vir et non frasca! Este es el espíritu de
la Congregación. Nosotros no queremos a
los tibios, los tibios que se dejan arrastrar, sino que debemos estar llenos de
voluntad, de dignidad, de dinamismo valeroso.
Vivir audazmente y, si es necesario, temerariamente, para las almas y
para la Iglesia; no para nosotros.
Si era para fundar una Congregación que no
llevase una virtud viva y una característica viva y tengan bien en cuenta de
vanguardia en todos los campos del bien, se lo he dicho ya muchas veces, era
perfectamente inútil fundarla.
Nosotros debemos ser una fuerza en las
manos de la Iglesia, una fuerza de fe, de apostolado, una fuerza doctrinal,
capaces de grandes sacrificios. Si no se
tiene esta fuerza, si no estamos vivos, si no podemos dar la vida a los otros,
no se hace nada. Si somos conejos, si
somos topos, si somos estaticos, gente muerta o moribunda, no se puede hacer el
bien.
Decía Don Bosco: Esto vir et non frasca! Hoy, antes que termine la fiesta de la
Madre de Dios, de la Mater Dei, hacia quien se elevan las aspiraciones y el
amor, las miradas y los corazones de los Hijos de la Divina Providencia, que la
eligieron como su patrona, quiero rogarles que graben este espíritu en ustedes
y que toda su vida discurra por este cauce.
Esto vir et non frasca, et non frasca, et non
frasca!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario