La primera referencia que tuve
sobre el P. Dutto[1]
fue que casó a mis abuelos en 1939, cuando era párroco en Pompeya. Entonces no
entendía mucho quien era este sacerdote, pero me deba cuenta que había sido alguien
importante por el modo que se hablaba de él.
El P. José Dutto, podemos
decir, fue un regalo de la Providencia para la Congregación.
El 14 de Octubre de 1922 falleció
el P. Julio Quadrotta[2], y
durante la misa de exequias, Don Orione miró a dos sacerdotes diocesanos presentes, y con gran confianza le pidió a Dios que
alguien tomase el lugar del sacerdote difunto: “Señor me has quitado al P. Quadrotta a quién necesitaba tanto. Dame en
su lugar a uno de estos dos jóvenes sacerdotes”. Confiado en la
Providencia, no volvió a Tortona esa noche.
Al día siguiente, el P. José Dutto, entonces vicario parroquial del Sagrado
Corazón y uno de los dos sacerdotes a quienes Don Orione miró, fue a la colonia
de San Antonio y para pedir la dirección de Don Orione, pues quería enviarle
una carta pidiéndole consejo sobre su vocación misionera.
Para su
sorpresa, no necesito pedir la dirección del Fundador, ya que el mismo Don
Orione lo recibió paternalmente y lo invitó colaborar en su obra misionera,
diciéndole que este era el deseo de Dios. Lleno de dudas y un poco
turbado, el P. Dutto hizo un retiro espiritual para discernir la voluntad de
Dios, y el 4 de diciembre de ese año ingresó en la Congregación.
Mientras
se preparaba para ingresar, le escribió a Don Orione: “Si un día consigo ser parte de los Hijos de la Divina Providencia, le
ruego desde ahora, ¡ayúdeme a ser santo! Si por cobarde inconstancia olvidara
este propósito, recuérdemelo” (carta del 27 de octubre de 1922).
Al poco tiempo de ingresar fue destinado
a Argentina, llegando a este país el 5 de mayo de 1923. Ya en su nuevo destino,
el P. Dutto será uno de los hombres de confianza del Fundador y unos de los
pilares de la naciente presencia orionita.
P. Carbone (predicador), Don Orione, P. Zanocchi, P. Dutto y P. Montagna. |
El P. Enzo Giustozzi, con algo
de picardía, solía contar que la “tradición oral” llamaba “el Sanedrín” al trío
compuesto por los PP. Zanocchi, Di Salvatore y Dutto, a través de los cuales
Don Orione dirigía la Obra en Argentina.
El
primer destino del P. Dutto será la Colonia de Marco Paz, donde sufrirá una
terrible experiencia dado los problemas con las autoridades de la misma.
En marzo de 1924 será enviado
a la parroquia “La Sagrada Familia” en el Puerto de Mar del Plata, donde
desarrollará una increíble labor pastoral entre los pescadores.
A raíz de la invitación de un
vecino y amigo del Véneto (Italia), visitará el actual barrio “San José”, y se
ocupará del cuidado pastoral de dicha zona, dando comienzo al Oratorio “Santa
Teresita”, base de lo que luego sería la parroquia “San José” de Mar del Plata.
Siendo párroco de “La Sagrada Familia”, invitará
a los pescadores a dar gracias por la pesca abundante, dando así comienzo a la
actual Fiesta Nacional de los Pescadores.
En el transcurso de los años, la comunidad marplatense
le dedicará una de la calles del Puerto como prenda de gratitud y cariño.
Al volver Don Orione a la Argentina por segunda
vez en 1934, el P. Dutto se trasladará a la casa de Carlos Pellegrini para
colaborar con el Fundador.
En 1937, fue nombrado párroco de Pompeya, y en
1940, Superior Provincial, al ser elegido Vicario General al P. Zanocchi.
Don Orione, Mons. Cortesi y el P. Dutto, en la actual Casa Provincial, 1935 |
En el
III° Capítulo General (1952) fue nombrado superior de la provincia de San
Marciano (Norte de Italia), cargo que acepto con dolor, pues significaba dejar la
Argentina. Desde 1955 hasta 1958, fue rector del Santuario de la Guardia de
Tortona. Fue elegido Consejero General en el IV° Capitulo General (1958) y nombrado
Procurador de la Congregación en el V° Capitulo General (1963).
Durante
sus últimos años en Italia, recordaba con mucho cariño sus casi treinta años en
Argentina, al punto que algunos dicen que “lloraba penas argentinas” al
encontrarse con algún misionero italiano de regreso.
Don Orione lo definió como un
religioso óptimo, de gran piedad, inteligente, de vasta cultura y fervoroso.
Entre otras cosas, Don Orione
le encomendó el cuidado del boletín de la Congregación en Argentina, pues decía
el Fundador que el P. Dutto “escribe muy
bien en castellano”[3]. Incluso el Instituto Argentino-Hispano,
le otorgó un título académico en Octubre de 1966. Escribió también la biografía
del P. Zanocchi, la historia de las actividades de los primeros hijos de Don
Orione en el Chaco, y también tradujo diversos escritos de Don Orione.
Es recordado por su dedicación
pastoral y amor al pueblo de Dios, así contaba mi abuela. Como también por su gran
estatura, sus manos grandes, su carácter fuerte, y por haber sido un hombre de
confianza del Fundador y un pilar de la naciente provincia Argentina.
P. Dutto (al centro) junto al Papa Pablo VI y el P. Zanatta |
[1] P. José Dutto, de Boves (Cúneo, Italia),
muerto en Cúneo el 22 de Octubre de 1967, a 76 años de edad, 42 de Profesión y 52
de Sacerdocio.
[2] P. Giulio Quadrotta, de Roma, muerto en Cuneo
el 14 de Octubre de 1922, a
30 años de edad, 10 de profesión religiosa y 7 de sacerdocio.
[3] Carta a Sciaccaluga, Buenos Aires, 10 de
Agosto de 1935.
GRACIAS POR COMPARTIR.
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