A poco de su muerte, 31 de enero de 1940, Don Orione recuerda a Don Bosco, su padre y maestro, en el aniversario del "Dies Natalis" del santo turines.
“Recuerdo haber leído en un libro, que puede decirse un
libro de oro, en las “memorias” de Silvio Pellico, estas palabras, esta
frase: la amistad es el hermoso ideal de la fraternidad. Y en la sagrada
escritura se habla de una gran y santa amistad entre David y Jonatan, hijo de Saul.
La Sagrada Escritura dice que sus almas se habían conglutinado, es decir que
formaban una sola cosa.
“Y Jesús en el santo evangelio dice a sus discípulos:-de
ahora en adelante no los llamare mas siervos sino “amigos”.-y en las páginas de
la historia eclesiástica encontramos grandes figuras de santos muy amigos. La
amistad tiene algo suave que casi
trasciende la fraternidad de la carne y de la sangre un día, mejor dicho, una tarde,
fui a confesarme con Don Bosco; ahora no recuerdo más, pero me parece poder
decir que aquella fue la última vez que me confesó. Había apenas empezado el
tercer año del secundario: yo era el más joven de los penitentes de Don Bosco, quien
confesaba solo alumnos del último curso de gimnasio, quienes tenían que decidir
sobre su vocación.
“Antes confesaba a todos: pero entonces no confesaba casi
ni a los salesianos más maduros, tampoco a sus hijos que había educado en el
amor a la iglesia. Pues era anciano: tenía setenta y tres –y era enfermizo;
estuvo gravemente enfermo.
“Cuando Don Bosco volvió a confesar, eran pocos lo que se
confesaban con él. Y yo una tarde fui a confesarme…os he dicho que yo era uno
de los más jóvenes, tal vez el más joven .y después de haberme confesado me
dijo estas textuales palabras: “¡nosotros seremos siempre amigos!”Cuantas veces
me encontré en dificultades y en tantas peripecias, y siempre me sentí animado
y confortado por estas palabras que quedaron grabadas en mi corazón:¡nosotros
seremos siempre amigos!
“Mis queridos clérigos, queridos sacerdotes e hijos de la
Divina Providencia, les dejo como testamento espiritual estas palabras de Don Bosco:
¡nosotros seremos siempre amigos!
Don Bosco vive en miles y miles de casas y obras: vive en
el espíritu y en la obras de sus hijos y en la inmensa apostolicidad de su
congregación .nuestra congregación es una pequeña plantita, en comparación a un
cedro, como es la planta de la obra de
Don Bosco.
“Yo siento que paso (siento que me voy) y que mi vida es
breve. Ustedes vivirán y formaran la congregación de los hijos de la divina
providencia.
Recuerden, mis queridos sacerdotes, recuerden siempre la palabra,
las grandes palabras de Don Bosco y traten de ponerlas en práctica.
“Los salesianos no necesitan nuestra ayuda no necesitan
nuestra miseria, nuestra debilidad. No necesitan de nosotros las hijas de María
Auxiliadora. Pero recuerden siempre esto: ¡hagan siempre lo posible para que en
nuestra congregación nunca falte el cariño, la fraternidad, la unión, la
amistad de la cual hablo Don Bosco!”.
“¡La Pequeña Obra será lo que Dios quiera ¡pero antes de
todo, La Pequeña Obra debe sentir siempre gratitud hacia Don Bosco y hacia sus
hijos; y que nuestra actitud y conducta manifiesten siempre agradecimiento
hacia los salesianos por la sagrada memoria de Don Bosco ,y por lo que hicieron
sus hijos para llevarme adelante en los estudios y hacerme sacerdote.
“Y si alguna vez en la vida les ocurriera poder decir
alguna palabra, poder defender a algún salesiano, a algún hijo de Don Bosco, háganlo,
recordando la palabra, la gran palabra que Don Bosco dirigió, con su gran
corazón a un pobre muchacho que el saco de los campos, de los surcos y por
quien se adelanto tanto en su espíritu paterno, que lo llamo amigo”.
¿Qué veía Don Bosco cuando, mientras a todos estaba
prohibido acercarse a el, quiso que aquel pobre muchacho se confesara con él?
¿Que veía y sentía en su espíritu cuando se adelanto tanto y me dijo:”nosotros
seremos siempre amigos”?
Don Orione junto a la urna de Don Bosco |
“Este “nosotros” trasciende a las personas y pasa a las
congregaciones. Sean siempre pequeños y, en la gratitud de corazón ,sean siempre
grandes “amigos” de Don Bosco y de los que están perpetuando en el mundo la
obra de María Auxiliadora y de Don Bosco, la obra que la Divina Providencia ha
confiado a los hijos de Don Bosco!..."
Hola P. Facundo!
ResponderBorrarMe alegró muchísimo leer este post. Mi hija comenzó su escolaridad en un Colegio de María Auxiliadora (en La Plata) y desde el primer momento me sentí en casa. Ahora entiendo un poco mejor por qué.
Gracias!!! Un abrazo fraterno,
Germán
Es que somos familia!! Viva Don Orione! Viva Don Bosco!!!
ResponderBorrarMe eduqué con los salesianos en el primario, en el secundario y en el terciario, y siempre me inculcaron una gran amor por la Obra de Don Orione, que no es nuestro carisma, pero es complementario. Escuché lo de que "Don Bosco echó a Don Orione", pero como una genialidad de quien vio la potencialidad de un santo con otro carisma.
ResponderBorrarAntes no me identifiqué. Soy Mario Prior, exalumno salesiano de Mar del Plata, Bernal y Viedma.
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