El Siervo
de Dios, Padre Luis María Etcheverry Boneo, conoció a Don Orione y quedo
impactado por su santidad. Su testimonio
Don Orione es el fundador del Cottolengo de Claypole, acá, cerca de
Buenos Aires y de muchos Cottolengos que hay en el país...
Don Orione era un santo sacerdote italiano,
viejito, chiquito, con el pelo cortado al rape; parecía un campesino, pero era
un santo.
A mí me tocó la suerte de una vez
ayudarle Misa en Buenos Aires y otra vez ir a conversar con él en Roma.
Entonces, uno le hacía una pregunta, una consulta y él decía: "lasciatemi
pregare", "déjeme rezar". Levantaba primero los ojos al cielo,
luego los cerraba y se quedaba un momentito hablando con Dios. Y uno tenía la
impresión exacta de que este hombre estaba hablando muy íntimamente con Dios.
En el acto lo dejaba a uno un
instante allí, se pasaba totalmente del otro lado -dentro de él- y enseguida
entonces daba la contestación después de consultarla con Dios. No había teatro,
era el hombre más sincero, más auténtico, más simple.
Rezar para él, hablar con Dios, era
una cosa así, natural. Como si uno estuviera conversando con varias personas, dirige
una palabra a uno, dirige al otro; él hablaba con uno y como ya lo tenía
presente a Dios siempre dentro del alma, en un momento determinado se dedicaba
sólo a Dios y después le contestaba a uno.
Bueno, así tendríamos nosotros que
hacer siempre. Porque la oración tiene que ser una cosa enormemente fácil,
simple, espontánea, connatural.
(13
de agosto de 1967)
Un santo varón que yo tuve la gran suerte, la gran providencia de Dios
de conocer, que era Don Orione -habrán oído hablar de él, fundador del
Cottolengo en Claypole- Don Orione, contaba él, meditaba muchas veces con
"I promesi spossi", "Los novios" de Manzoni, una célebre
novela italiana - una novela muy buena donde hay un sentido de la providencia...
Le servía de libro de texto a propósito de eso.
(Junio
1968)
...me he encontrado en mi vida con muchos o con varios directores
espirituales; tal vez no recuerde de ellos ningún consejo concreto tanto como
una palabra que me dijo Don Orione una vez que fui a consultarlo. Yo iba
pensando que Don Orione era Don Orione, natural, el hombre que tenía fama de
santo, de ser el santo más importante que caminaba sobre la tierra en ese
momento, entonces, me acuerdo... cómo no! Le pesqué los gestos, las palabras, y
además vinculé una cantidad de cosas que hay que vincular. ¿Y por qué? Porque
Don Orione me inspiraba un respeto, una veneración mucho más grande que otros...
(Agosto
1969)
Fuente: Archivo
Servidoras (ASER)
Para conocer más
del Siervo de Dios, P. Luis Maria Etcheverry Boneo, visitar:
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