La compra del primer camión del Pequeño Cottolengo Argentino
Muchos
religiosos y
laicos recuerdan los relatos del P. Tomás Alonzo[1]
acerca de los comienzos del Cottolengo de Claypole. Eran historias que él
repetía hasta el cansancio ya que sus vivencias junto al Fundador habían
quedado profundamente marcadas en su corazón.
El P. Tomás fue
testigo del paso de Don Orione por nuestro país y de los comienzos de la
Congregación. La primera generación de religiosos vivió con mucha intensidad la
fundación de las comunidades, obras y distintas actividades; una intensidad que
quizás a la distancia es difícil de captar.
Entre estas
historias, el P. Tomas repetía incesantemente la historia de la compra del
primer camión del Cottolengo (precio, uso, detalles, etc). Este hecho también se
encuentra documentado en cinco cartas escritas por el Fundador entre Mayo y Junio del 1935, las cuales nos
pueden ayudar a descubrir la relevancia del hecho para el naciente cottolengo.
Para
ubicarnos en el momento histórico,
debemos recordar que el Fundador se encontraba por segunda vez en Argentina,
donde había llegado hacia sólo unos siete meses[2].
El 28 de Abril
de 1935, se había colocado la piedra fundamental del Pequeño Cottolengo
Argentino y comenzaba la construcción de
los pabellones, los primeros de los cuales serán bendecidos el 21 y 22 de Mayo
1936.
La
primera mención del camión, la encontramos en una carta al P. Sterpi, donde
luego de hablarle del distintos temas[3],
le dice que: “… ahora tengo también que comprar un camión y hay otros gastos
no menores para el Cottolengo…”[4]
Una semana más tarde, escribirá al entonces clérigo
Sciaccaluga, que compró un camión nuevo para “recoger cosas” (entiéndase donaciones o “la providencia”). Junto
con esto, hablará que ya posee un depósito o galpón donde se guardan los
vehículos, mencionará al Ejército de Salvación[5],
el cual también recoge donaciones en Buenos Aires y por último, escribirá
cuanto le costó el camión.
“Ya
compré un camión nuevo para recoger cosas: tenemos ya tantos vehículos que llenamos un gran depósito de 20 metros de largo.
Sería necesario que en Génova y Milán se haga lo mismo, en tanto no haya
todavía, otros que lo hagan; aquí lo hace el Ejército de Salvación,
protestante, pero estamos también nosotros, es una ciudad de dos millones y
medio de habitantes.
El
camión me salió 3.870 pesos”. [6]
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Algunos días
después, le escribirá al P. Sterpi, dándole la misma noticia: “Compré el camión y otras cosas,...” [7]
En otra carta,
nuevamente al P. Sterpi, cambiará el tono, y le compartirá lo que piensa hacer
apenas le entreguen el camión.
“Hoy me entregarán el camión del Cottolengo, nuevo, grande,
fuerte. A los costados está escrito «Cottolengo Argentino» y arriba: «Divina
Providencia- ¡Caridad!» Está casi del todo pago, Deo gratias! Después que sea
bendecido, el primer viaje será al famoso santuario de Luján, con todos los
novicios, ¡una hermosa camionada! Quise que el camión llevase los colores de
la Virgen Ssma. de Luján y de la bandera argentina: blanco y celeste (…) los
argentinos quisieron que los colores de la bandera nacional fueran los
colores de la Purísima de Luján, blanco y celeste”.[8]
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De este
extracto podemos destacar algunos elementos muy interesantes:
·
Las inscripciones del camión “Cottolengo Argentino” a los costados y “Divina Providencia – Caridad” en lo alto,
como queriendo sintetizar el que es y cómo se vive en el Cottolengo. Por otro
lado, no olvidemos que la Divina Providencia y la Caridad, son dos elementos
esenciales de la vida del Fundador y del carisma.
La peregrinación a Luján con todos los
novicios, realizada el 21 de Junio, día de San Luis Gonzaga (su onomástico).
Don Orione peregrinaría a Lujan junto a los aspirantes, clérigos y sacerdotes
de la “casa de Lanús” (hoy, Villa Dominico)[9].
Como todo devoto de María, quiere presentarle el camión a la Virgen y
agradecerle por el don. Este gesto sencillo, presentar a la Virgen y
agradecerle, nos habla del corazón mariano de Don Orione, muy arraigado en la
piedad popular.[10]
Incluso podemos ver algo de la chispa del Fundador, quien dice que será “¡una hermosa camionada!”
·
Los colores del camión, expresarán su
amor la Virgen de Luján y a la Argentina[11].
Como buen misionero, Don Orione busca inculturizarse e inculturizar su obra.
Por último,
relaciona los colores del manto de la Virgen de Luján y los colores de la
bandera argentina.[12]
Por último, le contará a Don
Sterpi lo que han hecho con el flamante camión.
“Ayer su Excelencia Rvma., el Nuncio se digno a bendecir el
nuevo primer camión del Pequeño Cottolengo Argentino, que lleva los colores
blanco y azul de la purísima de Luján y de la bandera nacional argentina,
pero adelante lleva también otra pequeña, pero querida bandera. Después de la
bendición, subí al camión y quise dar una vuelta, la primera, por Buenos
Aires”.[13]
|
En este texto,
el Fundador no solo contará que el Nuncio Apostólico, Mons. Cortesi, bendijo el
camión, el cual llevaba los colores de la Virgen de Lujan y de la bandera
argentina, sino que hará algo muy común, irá a estrenar el camión dando una
vuelta por Buenos Aires.
Por último, en
un borrador sin fecha, que pareciese ser el esquema de un discurso o artículo
sobre el Cottolengo, escribe una serie de temas y entre ellos, nombra el camión.
“Titulo
I Artículo que es el Pequeño Cottolengo Argentino.
Figuras
I El Cottolengo
II El Nuncio que bendice la piedra fundamental.
III El Presidente de la República auspicia.
IV El Arzobispo de Bs. Aires bendice los primeros asistidos.
I El niño abandonado, (…)
La francesa protestante
El capitán que asesinó al hombre de la pierna abierta
La fumadora, el camión de la caridad”[14]
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Si bien podría
parecer un tema menor, es interesante pensar que lo puso en el esquema del
artículo y le aplica título de “el camión
de la caridad”, como expresión de la misión de dicho camión.
A modo de Conclusión
La apertura del Cottolengo
Argentino fue el fruto de la caridad de Don Orione y de la fe del pueblo
argentino renovada en el Congreso Eucarístico Internacional de 1934.[15]
El Cottolengo de Claypole,
entonces una
obra de caridad única en su género, que movilizará a la sociedad argentina, la
cual colaborará con la naciente institución donando dinero, muebles, alimentos,
ropa, etc.
Por ello, la
adquisición del primer camión del Pequeño Cottolengo Argentino fue más que la simple compra de un
vehículo, fue un signo de la Providencia y un don de Dios a la Congregación y Cottolengo
Argentino.
El camión del Cottolengo también será expresión del amor de
Don Orione a la Virgen de Luján y a nuestro país. “El camión de la caridad” buscaría la Providencia para los pobres
del Cottolengo y se transformaría en un signo de caridad para nuestro pueblo.
En recuerdo del
P. Tomás Alonzo fdp, obrero de la
Providencia.
[1] El P. Tomás Alonzo nació en Atri (Teramo, Italia) el
5 de Febrero de 1908 y falleció en Claypole el 4 de Octubre de 1991, a 83 años de edad, 55
de profesión religiosa y 45 de sacerdocio.
[2] Don Orione llegó a la Argentina por
segunda vez el 9 de Octubre de 1934.
[3] Su mudanza a la casa de
Carlos Pellegrini, algunos cambios de personal, pedidos de nuevos misioneros,
noticias de la misión, algunas deudas, contratar nuevos empleados, etc.
[4] Carta al P. Carlos Sterpi.
Buenos Aires, 4 de Mayo de 1935. Scritti 18,92
[5] El Ejército de Salvación, movimiento evangélico de
fuerte connotación caritativa, pertenece a la Iglesia Cristiana Universal. Fue fundado por Willian Booth en Londres en 1865. Actualmente se
encuentra presente en 118 países, y en Argentina desde 1890.
[6] Carta al entonces clérigo Sciaccaluga. Buenos Aires, 11
de Mayo de 1935. Scritti
27,181 y 27,222.
[7] Carta al P. Carlos Sterpi. Buenos Aires,
18 de Mayo de 1935. Scritti 18,66 y 18,99.
[8] Carta al P. Carlos Sterpi. Buenos Aires, 7
de Junio de 1935. Scritti 18,71 y 18,107.
[9] G. Papasogli, Don Orione, Buenos Aires, Guadalupe, 1989,
366-367.
[10] En la piedad popular
argentina, siempre ha sido muy común llevar a bendecir los vehículos a los
santuarios marianos (Luján, Itatí, etc.).
[11] No olvidemos que hablará de Argentina como “su segunda patria”.
[12] Entre las diferentes teorías acerca de los colores de la
bandera argentina, existe una que dice que el Gral. Manuel Belgrano, quien era
un hombre muy religioso, eligió los colores del manto de la Virgen de Lujan. Don
Orione conocía esa teoría. Cf. Parola XI, 127-129.
[13] Carta al P. Carlos Sterpi.
Buenos Aires, 12 de junio de 1935. Scritti 18,72 y 18,110.
[14] Este borrador, no posee ni fecha ni lugar,
pero podemos suponer que fue escrito luego de junio de 1935, no solo por la
mención del camión, sino también a los primeros residentes del Cottolengo. Scritti 94,4b y 94, 010.
[15] El 32° Congreso Eucarístico Internacional tuvo lugar en Buenos Aires del 10 al 14 de octubre de
1934.
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