martes, 16 de julio de 2013

Misioneros Inmigrantes en el Mundo Virtual


En su carta “Misioneros Inmigrantes en el Mundo Virtual”, el P. Flavio Peloso nos ayuda a comprender como Don Orione uso los medios de comunicación para evangelizar.



Alguna idea de Don Orione
Las condiciones comunicativas de Jesús, que hemos recordado, las encontramos también en Don Orione. Fue un santo, un verdadero hombre de Dios, con una gran carga comunicativa, sea por la vida hermosa de Dios que vivía, sea por la capacidad de encarnación diaria que le impulsaba a la charitas-pasión por las “Almas”, para el bien del prójimo
Para evitar algunos malentendidos intimistas de la vida religiosa, nuestro Fundador insistió mucho en la formación: “Tenemos que ser santos, pero unos santos tales que nuestra santidad no pertenezca solamente al culto de los fieles, ni se quede sólo en la Iglesia, sino que trascienda y lleve mucha luz radiante a la sociedad, mucha vida de amor de Dios y de los hombres para ser, más que los santos de la Iglesia, los santos del pueblo y de la salud social”



Ser “santos” es la esencia del comunicar, es la vida, es el contenido. Sin contenido no se puede comunicar nada, a nadie. Evitar las palabras: de palabrerías tenemos llenos los bolsos”, sea de las pronunciadas en el púlpito como de las que enviamos en internet.
Ser “santos del pueblo y de la salud social” es nuestra condición para comunicar. Esto requiere atención al destinatario y más aún significa encarnación, estilo, lenguaje popular actualizados. “¿Son nuevos los tiempos? Corramos a su conquista con ardiente e intenso espíritu de apostolado. No vacilemos: Echémonos a las nuevas formas, a los nuevos métodos de acción religiosa y social, con fe firme, pero con criterios y espíritu amplio. Todas las iniciativas buenas estén con apariencia moderna, con tal de sembrar y arar a Jesucristo en la sociedad”.
Dicho esto, refiriéndonos a Don Orione, ahora nos podemos detener a describir la grandeza y la genialidad de Don Orione “comunicador”: fue escritor vivaz y eficaz, conversador apasionante, predicador interesante, fue un convencido utilizador de los medios de comunicación, fundó revistas y tipografías, habló en radio, fundó una oficina de prensa en 1938, ideó las primeras universidades populares, y otros capítulos semejantes de vida. Sobre esto ya se ha dicho y escrito mucho.
Nosotros hoy podemos y debemos vivir la misma pasión apostólica comunicando con los nuevos y potentes medios informáticos.
En tiempos de Don Orione, el único gran medio de comunicación era la prensa. “La prensa se encuentra entre las primeras fuerzas, y no se tiene que descuidar, sino más bien urge servirnos de ella para fines altos y santos”.[6] Esta era su actitud.
Es conocido que ya en 1938 instituyó una “oficina de prensa”. Apostolado de prensa pro populo que soñé hace muchos años, un apostolado de prensa para los pequeños, para los humildes, para la masa de agricultores, de obreros, la obra de la buena prensa para los trabajadores, para la salvación del pueblo. La prensa es una gran fuerza: es el gran orador que habla de día, que habla de noche, que habla en las ciudades y que habla en los barrios, hasta en las montañas y valles olvidados. ¿Dónde no llega la prensa? (…) ¡Cuánto bien hace la prensa, cuando se encuentra en buenas manos, cuando se pone al servicio de Dios, de la Iglesia, de la Patria!¿Puede nuestra Congregación desentenderse de una fuerza tal? ¿No estamos obligados nosotros a servirnos de ella pro aris et focis? Con la prensa popular llevaremos a Cristo al pueblo y el pueblo a Cristo”


Es un apóstol que habla de este modo y no un estudioso de novedades y de instrumentos modernos. Sustituyamos la palabra “prensa” con la palabra “Internet” y el texto de Don Orione, de 1838, es válido para nosotros en el 2013. Nos sugiere la actitud de cara a los nuevos y populares instrumentos de comunicación informática.
En la misma carta hay otro criterio muy válido y actual: Don Orione exige ser “ Firmes y sólidos en los principios de la Fe y a todo lo que es doctrina de la Iglesia, ateneos a la regla: in necessaris unitas, in dubiis libertas, in omnibus charitas! Precisos y claros siempre, huid del estilo afectado de formas anticuadas, que huelen a moho". Es una invitación clara a la adecuación, a la modernización en la ortodoxia y ortopraxis.


Si queres leer la carta entera, visita:





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