martes, 31 de diciembre de 2013

¡Año Nuevo, Vida Nueva!



De una carta de Don Orione desde la Argentina (Epifanía de 1935.)



Comenzamos un nuevo año:

sepamos dar gracias a Dios,

por tantos beneficios recibidos,

y comencemos hoy a amar

y servir verdaderamente a Jesucristo

y a la Santa Iglesia de Roma, nuestra Madre,

con el fuego ardiente de la caridad,

con todo el corazón,

con toda el alma,

con toda nuestra pobre vida.


 

Postrados a los pies de Dios,

pidamos humildemente perdón

a nuestro Padre celestial,

por todas nuestras ingratitudes pasadas,

y digamos de corazón:

"nunc incipio in Nomine Jesu":

ahora comienzo, en Nombre de Jesús:

comienzo a ser de Cristo y de su Iglesia:

"nunc incipio esse Christi et Ecclesiae".



¡Año nuevo, vida nueva:

vida santa y santificadora!

Año nuevo,

vida entera en Jesús, de Jesús, por Jesús!

 

¡Vivamos en Jesús!

Perdidos en su Corazón, inflamados de amor,

pequeños, pequeños, pequeños:

simples, humildes, bondadosos.



¡Vivamos de Jesús!

¡Como niños en sus brazos y su Corazón,

santos e irreprensibles ante su mirada;

sumergidos en amor de Jesús y de las almas,

en fidelidad y obediencia ilimitadas

a El y a su Iglesia!




¡Vivamos para Jesús!

Entera y totalmente para Él;

¡nada fuera de Jesús,

nada que no sea Jesús,

nada que no lleve a Jesús,

que no respire a Jesús!

De modo digno y coherente con la vocación

que hemos recibido,

moldeados sobre su cruz,

sobre su sacrificio y obediencia

"usque ad mortem", hasta la muerte,

en suave olor de oblación

y holocausto total de nuestras vidas.







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