A pocos meses de llegar la Obra Don Orione a Itatí, el P. Dutto
visita el Pueblo de la Virgen y se lo describe a Don Orione. Algunos parrafos de la carta
Itatí, 18 de abril de 1936
Reverendísimo
Padre en Jesucristo [Don
Orione];
Antes de
salir de Itatí quiero escribirle mis impresiones, tanto más que, gracias a
Dios, son muy buenas.
Itatí es un pueblito de campo, pero
simpático por su sencillez, su tranquilidad y sobre todo porque podemos decir
que es el PUEBLO de la VIRGEN Santísima. Hasta me parece que aquí el diablo no
tiene acceso, porque se vive una tranquilidad de espíritu admirable y diríase
que no se sienten aquí tentaciones ni perturbaciones de espíritu.
El centro del pueblo cuenta con unos
900 habitantes, pero todo el partido, según las últimas cifras oficiales cuenta
con 4718 habitantes, todos ellos feligreses de la Parroquia de Itatí, confiados
a los cuidados de los Padres de la Divina Providencia.
El Santuario es meta de continuas
peregrinaciones, y vienen devotos de regiones lejanas y de difícil acceso, por
falta de caminos. Todos los días se arrodillan a los pies de la taumaturga
imagen de N. Señora, Chaqueños, Paraguayos, Correntinos de todos los partidos
de la Provincia y también de la Gobernación de Misiones. – Por lo común se
trata de gente sencilla y pobre, ignorante muchas veces, pero de muy buena
voluntad, de una fe grande, grande. – Muchos de ellos no tienen comodidades en
sus pueblos para cumplir con los deberes del buen cristiano, por la sencilla
razón de que no tienen sacerdotes en sus pueblos o viven apartados en el campo,
afuera de toda posibilidad de cumplir. Estos vienen a Itatí como los Judíos de
la antigua Ley iban al Templo de Jerusalén una vez al año para cumplir con la
Ley, y algunos también sólo una vez en la vida… Y aquí confiesan, comulgan,
bautizan a sus hijos, y se van satisfechos, convencidos de haber cumplido con
su deber y casi convencidos y seguros de su salvación eterna, porque, dicen,
hemos cumplido con Dios y con la Virgen.
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Antiguo Santuario de N.S. de Itatí |
Y yo creo firmemente que nadie de cuantos vienen hasta Itatí para
venerar y honrar a la Virgen SSma. se ha de perder. La Virgen SSma. los
salvará.
Además ¿acaso no tendrán más mérito
esta pobre gente que viene a Itatí a costa de largos viajes y molestos, que los
que cómodamente asisten a la Santa Misa todos los domingos, sin ningún
esfuerzo, ni incomodidad?
Muchos de ellos, hombres y jóvenes
también, se pasan a veces largos ratos de rodillas, a los pies de la estatua de
María SSma., en el camarín del Santuario rezando con actitud devota, que uno no
se cansa nunca de mirarlos, rezando y rezando sus oraciones, sus Padre nuestros
estropeados y mutilados, o también sin pronunciar palabra, porque algunos no
saben ni il Padre nuestro tampoco, pero con tanta fe y devoción, que
conmueven!...
Y entre esta gente sencilla se
encuentran hermosas almas, que delante de Dios deben de ser más perfumadas que
los lirios y las rosas… Oh cuantas sorpresas nos reservará el día del Juicio
Universal!... Estas almas se adelantarán para ocupar los primeros puestos y
muchos devotos presuntuosos y también religiosos quedaremos atrás, con toda
nuestra ciencia barata y nuestra barniz de devotos. – En Itatí el alma se
siente apartada del bullicio del gran mundo y vuelve en sí misma y comprende
muchas cosas. Yo creo que Nazareth debía de ser como Itatí… e Itatí como
Nazareth…
Por lo dicho se comprende fácilmente
que nuestros Padres, quedando en Itatí, son verdaderos misioneros de todas las
regiones circundantes, como Chaco, Paraguay, Misiones y Corrientes, y, sin
moverse de casa, su celo alcanza un radio inmenso.
Muchos de los que vienen en
peregrinación a Itatí, sobre todo mujeres, no saben hablar absolutamente el
español, aunque generalmente lo entienden y esta circunstancia obliga a
nuestros Sacerdotes a aprender el GUARANÍ (el dialecto que hablan estas
poblaciones), para poder atender el confesonario. Yo, que ignoro completamente
el guaraní, con pesar, tuve que renunciar a escuchar en confesión a dos
señoras, de cuyo idioma no alcancé a entender ni una palabra sola…
Para la próxima semana se espera aquí una peregrinación de todo un
pueblo, que vendrá con de costumbre, en peregrinación en número de más de 2000,
con su Párroco, Intendente, sus santos (estatuas, que traerán, como los Hebreos
el Arca santa en el desierto), con carros y enseres para el viaje, una caravana
larga, más de dos km., caballos, utensilios, etc. – Caminan dos días, quedan
dos o tres días en Itatí, para confesar, comulgar, oír Misa y cumplir con sus
promesas. Luego emprenden viaje de vuelta y después de dos días están otra vez
en sus casas, listos para el trabajo y contentos, por haber cumplido con Dios y
con la Virgen.
¡Qué lindo ejemplo de fe!...
Para estas oportunidades el Obispo envía seis o siete sacerdotes
para atender a los peregrinos. Dos bautizan continuamente, relevándose, otros
confiesan, otros atienden en el despacho, etc. (…)
Saludo a Ud. muy
respetuosamente en el Señor y beso sus venerables manos, pidiendo su bendición.
P. Vicente, P.
Lorenzetti, los Hnos. Silvi, Carminati y Tomás envían sus respetuosos saludos y
piden, a su vez, la S. bendición.
Su
humilde hijo en Jesucristo
P. José
Dutto
O.D.P.
Fuente: Carta del P. José Dutto a Don Orione.
Itatí, 18 de abril de 1936. Archivo Casa Provincial Argentina (ACPA).
La misma está
escrita a máquina y en castellano, se puede ver la
influencia de la lengua italiana en diversas palabras.