1ra parte:
http://www.loqueyorecibi.blogspot.com.ar/2013/04/don-orione-y-sus-seminaristas-armenios.html
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Manteniendo las tradiciones armenias
Durante la formación de los seminaristas
armenios, Don Orione siempre tuvo un especial cariño por ellos, como también la
preocupación que ellos mantuviesen sus tradiciones, lengua y raíces, haciendo
también lo posible para que estuviesen en contacto con otros religiosos
armenios.
Por ello, el deseo de Don Orione era darles
el hábito religioso al estilo armenio como el que utilizaban los seminaristas
armenios de Propaganda Fide, explicándoles a sus aspirantes: “Quiero darles un habito de armenios, pero
armenios en nuestra congregación”.
Acerca de esto, contaba el P. Chamlian:
“Era el 29 de Febrero, cuando Don Orione
nos vino a ver en la Colonia y nos invito a ir a visitar al Director del
Seminario Católico Armenio de ´Via San Nicolò da Tolentino´ cerca de Piazza
Barberini. El objetivo de dicha visita era ver si le podía dar a sus seminaristas
armenios el mismo modelo de hábito que usaban los seminaristas armenios con la
faja roja. El director del seminario era entonces un joven sacerdote de nombre
Padre Garabed Agagianian, quien algunos años después fue ordenado obispo y
nombrado cardenal en los años 40´ por Pio XII. Y bien, Don Orione obtuvo plena
autorización de vestirnos como los estudiantes del seminario armenio. Las
hermanas de la Colonia enseguida pusieron manos a la obra y nos prepararon 7
hábitos a medida, siete sobrepellices con una gran capa”.
El 4 de Abril de 1929, Don Orione le impuso
el hábito con la faja roja, a siete seminaristas siguiendo la usanza armenia. Diciendo
en su homilía:
“…Sea alabado Jesucristo, este no es
solo un saludo cordial, un augurio para la simple vestición de un armenio,
porque es la Providencia quien tomo estos jóvenes y los trajo desde Armenia
atravesando primero Turquía y luego Rodas hasta Roma. Esto debe hacernos
reflexionar y mucho mas conmovernos, pues nos alegra el hecho que nuestra
pequeña congregación se encuentren unidos aquí, en este lugar frente al
Santísimo Sacramento orientales y latinos. (…) Esto jóvenes que ustedes ven
aquí son casi todos hijos de mártires (…) Armenia, la única nación cristiana en
medio del mundo mahometano, vio muchas veces el derramamiento de la sangre de
sus hijos confirmando su fe en Jesucristo, y es por esto, mis queridos hijos,
que los ciño con una faja roja para que llevándola se recuerden de su patria
mártir, de sus antepasados que dieron la sangre en defensa de la fe de Roma y
estén preparados también ustedes para derramarla, mostrando ser hijos dignos de
sus padres (…) Esta tarde sentimos como un alba radiante de aquello que
ocurrirá cuando en la pequeña Congregación se hablen todas las lenguas, se
celebré la Santa Misa en todos los ritos aprobados por la Iglesias. Nosotros
esta tarde hemos escuchado cantar el Padrenuestro en armenio, pero que hermoso
será cuando en nuestra Congregación se cante el Padrenuestro en todas las
lenguas!”
Al terminar la homilía, Don Orione miró
a los seminaristas armenios y les dijo: “¡Entonen
las letanías en armenio!”. Muchos religiosos presentes aquel día recuerdan
el entusiasmo de Don Orione al hablar de las Iglesias orientales y el
ecumenismo.
Aquella ceremonia
quedará grabada en los corazones de los seminaristas armenios, como recordaba el
P. Chamlian: “Nuestra alegría era inmensa, incluso cuando
nuestro habito era incomodo para trabajar y correr cuando jugábamos policías y
ladrones”.
Algunos de los seminaristas armenios de Don Orione |
“Santo Padre, en este momento
también yo soy armenio”
El 23 de Junio de 1929, en ocasión de la
beatificación de un mártir armenio, Der Gomidas Keumurdjian, el papa Pio XI ofreció
una audiencia especial para los armenios de Roma, en la cual participaría los
seminaristas armenios orionitas. Al enterarse Don Orione de esto, decidió ir
con ellos. Relataba el P. Chamlian:
Fr. Chamlian |
“El mes de Mayo de 1929, fue la
beatificación del mártir armenio De Gomidas Komurgian, en aquella circunstancia
el Papa Pio XI concedió una audiencia
particular solo para los Armenios que se encontraban en Roma. Aquel día Don
Orione estaba en Roma para participar de la beatificación de Don Bosco y fue a
la Colonia de Monte Mario a visitarnos. Cuando le dijimos que iríamos a la
audiencia del Papa concedida solamente para los armenios de Roma, y el nos
responde: “Bien, yo voy también con ustedes y si el Papa me dice algo le diré
que también yo soy armenio”. De hecho se unió a nosotros, entro con nosotros y
se sentó al lado nuestro. El Papa entró a la sala y dio a besar su sagrada mano
a todo los armenios que estaban a su alrededor en la sala, al llegar a Don
Orione dice: “¡Oh, esta también Don Orione!” Don Orione nos presento al Santo
Padre como sus seminarista y dijo: “Santo Padre, en este momento también yo soy
armenio”, entonces el Papa le contesto: “Don Orione omnibus omnia factus y
ahora se hizo también armenio…”
La comunidad armenia de Roma
Los estudiantes del Colegio Armenio de
Roma estaban sorprendidos al escuchar que Don Orione, un sacerdote de rito
romano, estuviese interesado de los ritos orientales y que tuviese en
seminaristas armenios en su Congregación, ganándose así la estima y veneración
de toda la comunidad de religiosos armenios en Roma.
Un ejemplo de dicha estima, es el
Patriarca de Cilicia de los Armenios, Su Beatitud Hemaiag Bedros XVII
Ghedighian quien conoció a Don Orione y participaba frecuentemente de las misas
celebradas por Don Orione en la casa de la calle Sette Sale, mientras era
estudiante de la Universidad Gregoriana a principio de la década del 30´.
El sueño de Don Orione
Uno
de los grandes deseo de Don Orione era que sus seminaristas armenios fuesen
ordenados en rito armenio, por lo que le pidió a su vicario, el P. Sterpi,
presentar el caso a la Congregación para las Iglesias Orientales. Él soñaba que
algún día ellos pudiesen trabajar con la comunidad armenia y transformarse en
un puente de unión entra la Iglesia de Roma y las Iglesias Orientales.
Pero nunca llegó a ver su deseo hecho
realidad. De hecho los seminaristas Dellalian y Chamlian fueron ordenados bajo
rito romano y no bajo rito armenio. Aparentemente, el Visitador Apostólico
enviado por la Santa Sede, el abad benedictino Emanuele Caronti, desalentó dicha iniciativa dada la inminencia de la guerra y la conclusión
del 1° capitulo general de la Congregación (Agosto de1940).
Luego de algunos años, la Congregación
obtendrá que los PP. Dellalian y Chamlian puedan celebrar la misa en rito
armenio.
Fr. Dellalian, misionero en Chile |
Conclusión
La historia de los seminaristas armenios
nos muestra el corazón de padre de Don Orione, como también su amor por la
Iglesia Armenia, especialmente por sus mártires a quienes admiraba.
Este amor por el pueblo armenio se
transformará en una preocupación: sus seminaristas debían conservar las
tradiciones, lengua y rito de sus seminaristas; siendo así un ejemplo de
respeto a las culturas.
De aquel grupo de 50 niños, ocho
ingresaron a la Congregación y solo dos fueron ordenados sacerdotes. Pero todos
ellos siempre conservaron un gran amor por Don Orione, a quienes consideraban
su padre.
Si bien nunca Don Orione nunca pudo ver
su sueño hecho realidad, los caminos de la Providencia son indescifrables y
quien sabe algún día este sueño se vuelva una realidad.
Biografía
Clerici, P., "Don Orione padre degli orfani del genocidio armeno", Messaggi di Don Orione quaderni di storia e spiritualità, n. 122 (1/2007), 5-43.
Peloso, F., Don Orione: un vero spirito ecumenico, Edizioni Dehoniane, Roma, 1997.
Biografía
Clerici, P., "Don Orione padre degli orfani del genocidio armeno", Messaggi di Don Orione quaderni di storia e spiritualità, n. 122 (1/2007), 5-43.
Peloso, F., Don Orione: un vero spirito ecumenico, Edizioni Dehoniane, Roma, 1997.