martes, 25 de junio de 2013

Visitando al Papa junto a Don Orione



Aunque no dirigida directamente a un joven, nos agrada traer aquí esta carta de Don Orione a un amigo bienhechor, a cuyos hijos había acompañado a Roma. Los presentó al Papa y les hizo visitar los monumentos más importantes. Luego, por la noche, mientras ellos descansaban tranquilos, escribe una carta expreso a sus padres para informar los sobre el viaje y el buen desayuno de café con leche con facturas. ¡Alegría y delicadeza de un padre!



“¡Almas y Almas!”

Roma, sábado 12 de julio de1924 (20hs)



Gentilísimo Señor Gambaro:


¡Gracia, consuelo y Paz de Nuestro Señor!


Le escribo mientras sus hijos descansan desde las cuatro y media de la tarde, después de contarle en el telegrama que habían sido recibidos por el Santo Padre, quien les dio a besar su mano, los miró con agrado y los bendijo. Y también bendijo algunos objetos de devoción que Eduardo y Franco llevarán de recuerdo a sus seres queridos. Estaban verdaderamente felices de encontrarse en el Vaticano y delante del Papa, les parecía mentira.


 El viaje fue muy bueno; con nosotros no había más que un señor, que descendió luego en Pisa. De modo que han podido estar muy cómodos y descansar bastante. También se divirtieron.

Llegando a Civitavecchia tomaron café con leche con facturas. Allí nos estaban esperando.

Después de habernos higienizado, me acompañaron en la Santa Misa, luego tomamos el desayuno y nos preparamos para la audiencia que estaba prevista a las 13 hs.


 Antes de ir a ver al Papa se confesaron y visitaron la Basílica de San Pedro; después de la audiencia nos encontramos con Monseñor Migone y con un buen amigo mío que es guardia de honor y estaba de servicio, de modo que los condujo a visitar las Galerías de Rafael y algunas partes del Vaticano. Luego fuimos a nuestra casa central de Vía Appia Nuova 126; necesitábamos descansar. Después de cuatro horas los encontré todavía durmiendo profundamente, y es bueno que descansen. ¿Quién sabe qué estaban soñando?... Vi que los dos tenían la frente serena y estaban contentos ¡que Dios esté siempre con ellos!


Tienen ya las postales, pero no tuvieron todavía tiempo para escribir: lo harán mañana. Será ciertamente un gran recuerdo y una verdadera luz para toda la vida.



Devotísimo servidor en Jesucristo y María Santísima.


Sacerdote Luis Orione de la Divina Providencia





No hay comentarios.:

Publicar un comentario